Decidí después de varios años en silencio, dar a conocer mis obras. Y por qué dejé pasar tanto tiempo… Ni yo lo sé muy bien en realidad. Lo cierto es que sentí que esas creaciones que vengo acumulando desde niña o adolecente, incluso por consejo de mi pequeño hijo Facu, a quien debo mucha inspiración, tenían que salir a la luz. Son expresiones de vivencias, recuerdos y sentimientos… Son el reflejo de lo necesario que se torna, a veces, alejarse de la cotidianeidad plana y vacía, para acercarnos a nosotros mismos.
Todos podemos expresarnos a través de cualquier actividad creativa, siempre respetuosa, realista en el sentido común de la palabra, sin censuras, pero respetuosa. Pacífica. Y yo elegí la pintura. Por eso los invito a recorrer un poco estos pasillos virtuales, en donde podrán encontrarse con memorias de todo tipo y de todas las gamas, pasando por la luz más brillante y celestial, hasta el infierno más oscuro y profundo. Y desde ya, gracias por aceptar esta invitación

De acuerdo a la Real Academia Española, el “arte” es definida como la actividad humana que tiene como fin la creación de obras culturales.
A su vez, dentro del concepto de “actividad” podemos encontrar una infinidad que conforman el universo artístico; en la actualidad, por ejemplo, muchas actividades son consideradas artísticas, y más allá de que también se la considera una carrera universitaria; cualquiera tiene la capacidad y el derecho de “hacer” o “practicar” el arte; en cualquiera de sus modalidades: música, pintura, escultura, entre las más renombradas… Más allá de que podemos considerar artística cualquier otra creación humana, que represente la expresión de un sentimiento, un momento, una situación…
Por otro lado, no a todas las personas les atrae el “arte”, pero de una forma u otra, y muchas veces sin darse cuenta, en sus trabajos o quehaceres domésticos, están “haciendo” arte.
Es por eso que este espacio fue creado para compartir “arte”, no sólo mía, sino de algunas personas cercanas… Compartir creaciones, expresiones, momentos reflejados en un dibujo, un cuadro, un objeto… Sin muchas palabras, pero sí con mucho color y creatividad.
La pintura se trata de conectar la mente, el alma y el cuerpo. También podemos sanar a través de la pintura, porque esos instantes de creación que generamos nos sirven para reflexionar mientras las líneas se van plasmando sobre el papel, el lienzo o la superficie sobre la que estemos trabajando. Sentarnos a crear un cuadro, por ejemplo, nos ayuda replantearnos diversos aspectos de nuestra vida, aceptando con tranquilidad determinadas situaciones, y obteniendo a su vez, la fuerza necesaria para salir adelante y alcanzar nuevas metas, como así también generar estados de ánimo beneficiosos para la salud mental y espiritual.